Aunque aparentemente podría haber una abismal diferencia entre cómo los empleados abordan los problemas y las dinámicas de trabajo en la empresa, sí hay forma de sacar el mejor provecho a esta relación.

Para que tu empresa opere con la eficiencia y productividad necesarias para competir en un entorno cada vez más exigente, es evidente que se debe contar con un extraordinario capital humano, que impulse, promueva y equilibre a la compañía. Aunque se trata -en primera instancia-, de una labor de recursos humanos, la realidad es que después corresponde a cada líder de área construir las mejores relaciones entre los diversos empleados. Y por primera ocasión en esta época, hay tres generaciones de personas trabajando bajo un mismo techo. MabelCajal, los define así: los baby boomers, que se trata de personas que nacieron entre 1946 y 1964; después sigue la generación X, que son personas nacidas entre 1965 y 1978, después vienen los famosos millenials, nacidos entre 1979 y 1996… y en pocos meses también entrará la generación Y, que se trata de chavos de veintipocos años. Y aunque evidentemente estamos hablando de un enorme reto generacional, donde unos aprendieron a trabajar en máquinas de escribir, otros en incipientes y monocromáticas computadoras y los otros con laptops, es un hecho que las empresas tienen una riqueza enorme en cuanto al talento humano. El reto es equilibrarlo. Los jóvenes tienen el impulso, pero les falta experiencia, los cincuentones tienen el colmillo retorcido pero no entienden de tecnologías y los maduros pueden ser un perfecto lazo de unión entre ambas partes. Forbes afirma que trabajar coolaborativamente entre dichas generaciones puede convertirse en un factor clave de aprendizaje, tanto de un lado, como de otro. Para lograrlo, recomienda crear un cuadro multigeneracional, donde se aprovechen las ventajas de cada uno de ellos para resolver cuestiones puntuales sobre ese tópico. El objetivo es crear un programa específico para las diferentes generaciones donde se ponga un interés común y se exploten las capacidades de cada uno. De acuerdo con PM Quality, sí es posible que haya una relación armoniosa (principalmente entre las personas de mayor edad y los millenials más jóvenes) ya que, de acuerdo con un estudio realizado, las inquietudes de la generación Y (millenials), son las mismas que en su momento tuvieron las generaciones anteriores, donde destacan: feedback del jefe, que se les reconozca, que se les desafíe, que dediquen tiempo a orientarlos. De esta forma, tanto los baby boomers como la generación X, pueden ser unos excelentes guías para las generaciones posteriores estas tienen el empuje para impulsar a la compañía. Si tienes esa mezcla de empleados en tu empresa… ¡Felicidades! Sácales todo el provecho.

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