Cuando la compañía está recientemente constituida y se puede invertir en ella, es buena oportunidad para hacer inversiones conocidas como capital semilla y capital emprendedor; y ambas constituyen la inversión inicial para poner en marcha las operaciones y las primeras inversiones para impulsar su crecimiento. El capital semilla es el financiamiento inicial para impulsar el desarrollo de la empresa en una etapa temprana. En la mayoría de los casos se trata de inversiones hechas por el mismo emprendedor y por su círculo cercano que son familia, amigos, conocidos y también pueden apoyarse por el gobierno. Esta inversión está destinada a satisfacer las necesidades de arranque de la empresa y se caracteriza por no ofrecer un retorno inmediato, y en algunas ocasiones a veces no se devuelve ese dinero. En cuanto a los apoyos del gobierno, estos se pueden hacer a través del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), el cual tiene 3,760 millones de pesos para apoyar la creación y consolidación de micros, pequeñas y medianas empresas. Las ventajas que tiene es que no se exigen mayores requisitos y en el caso de los fondos de Gobierno, este exige llevar a cabo un proceso de incubación, además de tener un plan de negocios y disponer de un capital mínimo, que es el 20% de la inversión inicial. Sobre los apoyos de familia, amigos y conocidos, se trata de un capital finito que, difícilmente puede solicitarse una y otra vez. El capital emprendedor, tiene una razón de ser: que es la de apoyar a la inversión para recuperar el dinero invertido, y además para obtener futuras ganancias. La forma más típica de llevar a cabo este convenio es la de obtener participación accionaria o de deuda convertible en acciones. Uno de los beneficios que ofrece, es la asesoría de los mismos inversionistas, así como una importante red de contactos entre los conocidos de estos. Las desventajas que tiene es que el dinero invertido debe ser regresado con intereses o con acciones, además de que los inversionistas, suelen ocupar puestos directivos o de tomas de decisión, lo cual debilita el liderazgo de los emprendedores. Iniciar un negocio y que sea perdurable, requiere de una sólida estructura contable y fiscal. Apóyate en los expertos de Cicde para darle solidez a tu emprendimiento.   Fuente:www.entrepreneur.com/article/305053