Como empresario, sabes que llevar el timón de tu negocio es una tarea que implica inversión de tiempo y dinero. Sin embargo, existen los poderes notariales, los cuales te podrán ayudar a delegar responsabilidades. ¡Conócelos! Estar al frente de un negocio no es tarea fácil, implica tomar un sinfín de decisiones, una de las opciones más recurridas, es tener apoderados legales que te ayuden a hacer trámites y resolver problemas, siempre en beneficio de la empresa. Lo primero que debes saber es que para este tipo de actos, existen dos personajes principales: el “poderante”, que es quien otorga el poder y el “apoderado”, es la persona que puede realizar ciertos actos jurídicos a favor del poderante; y su regulación se encuentra en el  Código Civil Federal en su artículo 2554. El Servicio de Administración Tributaria, SAT, menciona los siguientes tipos:

• Poder general para pleitos y cobranzas: Es el otorgado sin limitación para representar juicios y efectuar cobros que no impliquen el ejercicio de actos de dominio o de administración. Este no podrá realizar trámites en el RFC.
• Poder general para actos de administración. El apoderado podrá realizar cualquier trámite ante el SAT, como gestiones patrimoniales, administrar bienes o hacer pago de impuestos.
• Poder general para ejercer actos de dominio. Otorga todas las facultades de dueño y para cualquier tipo de trámite fiscal; incluyendo los actos jurídicos que tengan que ver con los dos poderes anteriores.
• Poderes especiales. Se otorga para limitar las facultades de los apoderados.

Para cualquier caso, El Economista, aporta las siguientes recomendaciones: no hacerlos de manera irrevocable, evitar los poderes para actos de dominio sin limitación, la notificación de la revocación se hará por escrito, en el caso de las personas morales, algunos poderes deberán inscribirse en el Registro Público de Comercio. Decide cuál es el que necesitas y sé muy cuidadoso a la hora de firmar. Asesórate con los que saben, CICDE, es la opción.