Participar en un concurso de licitación es un proceso que lleva mucho trabajo e incluso recursos… si no estás de acuerdo con el resultado, inicia tu proceso de inconformidad. Aunque podría pensarse que las autoridades tienen la última palabra en cuanto a licitaciones, la realidad es que las empresas cuentan con la inconformidad, un recurso muy importante para informar a la autoridad sobre su descontento y hasta llegar a exigir la invalidez del resultado. Los motivos de la inconformidad pueden ser varios: un presunto manejo irregular o bien por una violación al procedimiento sobre el cual estuvo sustentado el anuncio de dicho proceso. Las instancias para presentar la inconformidad, dependen del objeto de la contratación y puede ser canalizada a la Secretaría de la Función Pública. De acuerdo con la Secretaría de la Contraloría del Gobierno del Estado de México, la instancia de conformidad es un medio de defensa que tienen a su alcance, tanto las personas físicas como las instancias jurídico colectivas, en contra del procedimiento de licitación o invitación restringida en que hayan participado, cuando se presuma la contravención a las disposiciones que regulan dichos procedimientos, celebrados por las distintas dependencias, entidades, etc. Para que dicha inconformidad proceda adecuadamente, debe contar con los siguientes requisitos: nombre del inconforme o de quien lo promueva en su representación; el domicilio del inconforme; el motivo de la inconformidad; la fecha de celebración del acto de adjudicación; la descripción de los hechos; las disposiciones legales violadas; las pruebas y la solicitud de suspensión del acto motivo de la inconformidad. Dicho recurso se utiliza por diversas empresas, por ejemplo, El Economista informó que Dina Camiones interpuso un recurso de inconformidad por haber sido descalificada de la licitación pública para adquisición de 191 camiones de la red de Transporte de Pasajeros del Distrito Federal. Los argumentos que presentó la empresa fueron que su propuesta era 20 millones de pesos más baja que la declarada ganadora y que además la oferta era superior a la de la competencia, además de que su presentación fue totalmente transparente y apegada a las bases. Otro ejemplo de esta herramienta de defensa es el presentado por Aristegui Noticias, donde detalló que diversas compañías indicaron que el proceso de licitación para la elaboración de credenciales del INE fue amañada, ya que de último momento, dicho organismo hizo cambios en los requisitos, entre ellos la disminución de 12 mil 800 megapixeles a 10 mil la resolución de la credencial, lo cual, además hace más vulnerable a dicha credencial. En caso de decidas participar en una licitación o ya recibiste los resultados y no fuiste ganador, acércate al equipo de abogados de Cicde para que te apoyen en todo el proceso de inconformidad.

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