Se trata de un trabajo de análisis medular para las empresas, por eso el dictaminador, debe mostrar las mejores credenciales para alcanzar esa asignación.

La importancia que tiene el dictaminador fiscal para las empresas es innegable. No sólo para que presenten estados financieros confiables, y que les aporten la seguridad de que sus números están resultando ser los esperados conforme a los planes; por ello resulta muy importante contar con un profesional en toda la extensión de la palabra. Para empezar, su profesionalismo debe quedar resaltado al no ser parte de la institución a la que va a prestar sus servicios, indicó Gerencie. Bajo este tenor, de ninguna forma podrán ser revisores fiscales, aquellos contadores que estén asociados a la misma compañía, pero tampoco a ninguna de sus subordinadas, ni a quienes estén asociados con la entidad. Tampoco podrán hacerlo las personas que estén ligadas por matrimonio o parentesco dentro del cuarto grado de consanguinidad y tampoco cuando sean socios de los administradores, funcionarios directivos, el encargado de la caja y quien haya sido elegido como revisor fiscal, asimismo no podrá desempeñar en la misma empresa ni en ninguna de sus filiales ningún otro cargo durante el periodo que esté prestando sus servicios. Es tan importante y delicado su trabajo que algunas dependencias gubernamentales, exigen ciertos requisitos. Por ejemplo IDC Online indicó que para el caso de Infonavit, quienes aspiren a desarrollar dicha actividad en esa institución, deben presentar constancias actualizadas de registro ante la Administración General de Auditoría Fiscal y de cumplimiento de la Norma de Educación Profesional Continua; así como el comprobante de domicilio fiscal emitido por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), y una identificación oficial vigente. Otra institución que presenta protocolos muy específicos para contratar a los dictaminadores es el Instituto Mexicano del Seguro Social, entre los cuales destacan que debe ser un contador público, de nacionalidad mexicana, que acredite ser miembro de un colegio de profesionales de la contaduría pública y que demuestre frente al instituto que cuenta con los conocimientos suficientes para emitir dictámenes sobre el cumplimiento de las obligaciones derivadas de la Ley del Seguro Social. Contar con los servicios de un auténtico profesional que realice sus dictámenes en forma íntegra y completa, podría obligar a las empresas a realizar un trabajo exhaustivo y desgastante, sin embargo, cuentan con los servicios de CICDE y su equipo de dictaminadores quienes ofrecen las mejores credenciales para realizar en forma superior su trabajo.