Cada vez ocurren con mayor frecuencia fraudes en las empresas, por lo cual es de suma importancia incrementar las medidas preventivas para eliminar a toda costa este enorme problema. De acuerdo con la Asociación de Examinadores Certificados del Fraude, los niveles de esta práctica, lejos de disminuir, aumentan considerablemente, lo cual es delicado, no sólo para las empresas que pudieran ser afectadas, sino para la estabilidad económica de las naciones. Veritas Online indicó que las leyes cada día son más rudas, su ejecución más agresiva y las multas, exorbitadas, ya que pueden alcanzar los 100 millones de dólares. Además, otro dato preocupante, es que el 80% de la pérdida financiera, a causa de un fraude, fue originado por el personal interno de las compañías. Para evitar caer en este tipo de problemas, es posible aplicar modelos de detección temprana del fraude. Estos modelos implican variables no financieras que se basan en el lenguaje o factores contemporáneos del riesgo que pueden medirse como indicadores clave antes de que se conozcan los resultados financieros. Otro procedimiento para atacar los fraudes, es la auditoría forense, la cual es una técnica de investigación de fraudes en actos conscientes y voluntarios, en los cuales se eluden las normas legales. Foro de Seguridad indicó que esta práctica es muy utilizada en los cuerpos de abogados, departamentos de investigación policial, fiscal y judicial. La auditoría forense es desarrollada por un equipo multidisciplinario de profesionales, donde intervienen contadores, abogados, grafotécnicos e ingenieros informáticos. Esta auditoría está orientada a proporcionar evaluaciones o asesoramientos a diferentes organizaciones públicas y privadas respecto a su capacidad para disuadir, prevenir, detectar y proceder frente a diferentes acciones de fraude. Sin ir más lejos, un fraude financiero puede nacer por un error. Auditool, señaló que un error en la aplicación de las políticas contables en relación con la medición, reconocimiento, clasificación, presentación o revelación no es clasificado como fraude. Y el fraude se refiere al acto intencional de una o más personas dentro de la administración, dirección o con los empleados o terceros que involucra el uso del engaño para obtener una ventaja. Elimina este enorme problema con los servicios de auditoría de CICDE. Llámanos y trabaja con el equipo de expertos más profesional.

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